En una operación conjunta entre la policía española y las autoridades peruanas, se desarticuló una amplia red de estafas de phishing de voz que operaba en ambos países. Un total de 83 personas fueron detenidas, 35 de ellas en España y 48 en Perú. Además, se incautaron dinero en efectivo, teléfonos móviles, computadores y documentación durante las 29 redadas simultáneas.
Las Policías de España y Perú llevaron a cabo una operación conjunta y simultánea denominada como “Avis”, contra una red de Vishing (phishing de voz) a gran escala y que culminó con 83 detenidos, además de la incautación de documentación, dinero y especies.
Según informó la Policía Nacional española, los estafadores operaban a través de una compleja operación de llamadas en tres centros de llamadas distintos, en los que se empleaban a cerca de 50 personas. Para ello, utilizaban bases de datos robadas y técnicas de ingeniería social con el propósito de engañar a las víctimas y obtener información bancaria confidencial.
Las llamadas se disfrazaban de comunicaciones oficiales de bancos, usando números y nombres coincidentes con los bancos legítimos para ganar credibilidad.
“El modus operandi consistía en informar a las víctimas sobre retiros no autorizados de cajeros automáticos, llevando a cabo un proceso de verificación de cuentas falso. Los estafadores pedían a las víctimas que compartieran códigos de verificación enviados a sus teléfonos, los cuales eran inmediatamente transferidos a los operadores en España para retirar dinero en efectivo cercano a las sucursales bancarias”, explicó en un comunicado Policía Nacional de España.
Por su parte, la Policía peruana hizo público que los estafadores utilizan un guion específico, que cambiaba según cada llamada, dependiendo de la entidad telefónica a la que pertenecía su interlocutor.
Las autoridades peruanas también indicaron que los estafadores operaban en diferentes provincias de ese país, y contaban con una estructura de personas que rondaban durante horas los cajeros automáticos para extraer desde esas oficinas bancarias el importe económico que conseguían de sus víctimas.
La Policía informó que utilizando este método los estafadores habrían defraudado al menos a 10 mil personas y obteniendo 3 millones de euros (3,15 millones de dólares) en ganancias.
Sobre el efectivo retirado, entre un 20% y 30%, se quedaba con los operadores en España, mientras que el resto era enviado a la organización en Perú.
Los delincuentes también empleaban métodos de ofuscación, como el uso de códigos de colores para identificar a las organizaciones bancarias y la dispersión de operativos en diferentes ciudades para evitar ser rastreados.
