La institución señaló que cerca de 320 mil clientes se vieron afectados luego de un ataque de DDoS (denegación distributiva de servicios) que se extendió por varias horas entre el 18 y 22 de octubre.
El pasado 23 de octubre el Banco Santander Chile emitió una declaración pública en la que señalaba que había sufrido un ciberataque que impidió por cinco días el acceso normal de sus clientes a los servicios web, aplicativos y de Office Banking de la entidad.
En dicha declaración, la entidad indicó que sufrió “una incidencia de denegación de servicios, produciéndose una sobrecarga en el acceso a los canales de atención” y que “frente a esta situación, el banco aplicó de forma inmediata sus protocolos y medidas para gestionar el incidente, reestablecer el servicio y proteger a nuestros clientes”.
En la misma declaración el banco fue enfático en señalar que el incidente no iplicó “una vulneración a los sistemas del Banco, por lo que nuestros clientes pueden operar con seguridad”.
El incidente impactó en una prolongada intermitencia de los sistemas para los clientes al impedir el acceso normal a sus servicios contratados entre el 18 y 19, y 21 y 22 de octubre
De acuerdo a lo señalado por la entidad, el incidente también fue informado “a la CMF, al Sernac y a los clientes para que estuvieran al tanto de lo ocurrido”, y en días más recientes, la entidad presentó una querella por el ciberataque.
“Como es política de Banco Santander, detectada la existencia del ilícito, se reunieron los antecedentes y se presentó la acción penal con el objeto de poder determinar la identidad de quienes han actuado en forma ilícita y se les aplique las sanciones que la ley establece”, indicaron desde Santander.
En la querella, el banco indica que los ataques fueron dirigidos a enlaces del banco y no directamente a los portales, y como consecuencia los clientes “no lograron conectarse a los servicios de los canales de internet o aplicaciones del banco, impidiendo las transacciones”.
