Un excontratista encargado de supervisar los sistemas informáticos de una planta de tratamiento de aguas en la localidad de Discovery Bay, California, fue acusado de causar daño intencional una computadora que pudo amenazar la salud y seguridad de la población.
Rambler Gallo, de 53 años, fue acusado recientemente de perpetrar un ciberataque en el que desinstaló intencionalmente los principales sistemas operativos y de monitoreo de la planta de tratamiento de agua del poblado de Discovery Bay, y que trata el agua potable y las aguas residuales para unos 15 mil residentes de esa localidad de California, en el Oeste de los Estados Unidos.
El acusado era un contratista de tiempo completo empleado por una empresa de Massachusetts -que no fue identificada-, y que estaba encargada de supervisar los sistemas informáticos de la planta de 2016 a 2020.
En un comunicado del Departamento de Justicia, se indica que Gallo habría instalado “un software en su propia computadora personal y en la red interna privada de la compañía, lo que le permitió obtener acceso remoto a la red informática de la planta de tratamiento de agua de Discovery Bay. Luego, en enero de 2021, después de que Gallo renunció a la compañía, supuestamente accedió al sistema informático de la instalación de forma remota y transmitió un comando para desinstalar el software que era el centro principal de la red informática de la instalación y que protegía todo el sistema de tratamiento de agua, incluido presión del agua, filtración y niveles químicos”.
Las acciones que se le imputan a Gallo causaron “una amenaza para la salud y la seguridad públicas”, señalaron el Fiscal Federal Ismail Ramsey y el Agente Especial a cargo del FBI en San Francisco, Robert Tripp, en un comunicado conjunto.
En la acusación, el Fiscal no señaló cuanto tiempo duró la interrupción de los sistemas informáticos o si el ataque cibernético afectó la calidad del agua de la ciudad o el tratamiento de aguas residuales.
El acusado enfrenta una pena de 10 años de prisión y una multa de 250 mil dólares en caso de ser declarado como culpable.
Este incidente en una infraestructura crítica ocurrió un mes antes del ciberataque a otra planta de agua potable en la localidad de Oldsmar, en Florida, en el cual se intentó aumentar los niveles de hidróxido de sodio, en un factor de más de 100, en el suministro de agua, lo que pudo haber afectado a la salud de población en esa localidad.