Ransomware y conflictos legales llevan a fabricante de Vodka Stoli a declarar quiebra en dos subsidiarias en USA

bottle of stolichnaya vodka

El ciberataque ocurrido en agosto, justo un mes después de que fueran confiscadas por Rusia las últimas dos destilerías de la empresa en ese país, interrumpió operaciones clave del grupo Stoli en los Estados Unidos, lo que sumado a una extensa lucha judicial y al incumplimiento con acreedores tras el incidente, impulsaron la medida.

Un devastador ataque de ransomware en agosto de este año paralizó los sistemas tecnológicos del Grupo Stoli, interrumpiendo su plataforma de planificación de recursos empresariales (ERP) y forzando a sus operaciones a realizarse manualmente. Esta situación afectó gravemente funciones críticas, como la contabilidad, y se prevé que los sistemas no se recuperen completamente hasta 2025, según Chris Caldwell, presidente del grupo.

El ciberataque también complicó la capacidad de las subsidiarias estadounidenses de Stoli, Stoli USA y Kentucky Owl, para cumplir con reportes financieros exigidos por sus prestamistas. Esto derivó en un incumplimiento de deuda por 78 millones de dólares, contribuyendo directamente a la declaración de quiebra de ambas compañías.

La crisis financiera del grupo se intensificó un mes antes del ataque, cuando las autoridades rusas confiscaron las últimas dos destilerías que Stoli poseía en Rusia, valoradas en 100 millones de dólares. Esta acción estuvo vinculada a la designación de la empresa y su fundador, Yuri Shefler, como «extremistas» debido a su apoyo a refugiados ucranianos en el contexto de la guerra con Rusia.

El Grupo Stoli lleva más de 23 años enfrentando disputas legales internacionales con la empresa estatal rusa FKP Sojuzplodoimport por los derechos de las marcas de vodka Stolichnaya y Moskovskaya. Estas disputas se originaron tras una orden emitida el año 2000 por el gobierno Ruso, que reclamaba los derechos de estas marcas para el Estado.

Shefler, quien fue obligado a exiliarse en 2002 por su oposición al gobierno de Vladimir Putin, ha sido un actor central en esta batalla legal. Actualmente, vive en Suiza con ciudadanía británica, tras años de rechazos de extradición por parte de los tribunales europeos.

Las consecuencias del ataque de ransomware, sumadas a la presión política y financiera, han dejado al Grupo Stoli en una posición crítica respecto a la viabilidad de empresa.