Canadá ordenó el cese de operaciones de Hikvision por riesgos a la seguridad nacional

El gobierno canadiense prohibió a la firma china de videovigilancia continuar con sus operaciones en el país y limitó el uso de sus productos en entidades públicas, citando preocupaciones de seguridad nacional.

El gobierno de Canadá ha ordenado a la empresa china de videovigilancia Hikvision cesar todas sus operaciones en el país, esto luego de una revisión de seguridad nacional que concluyó que su permanencia representaba un riesgo para la seguridad del Estado.

El anuncio fue realizado por la ministra de Industria, Mélanie Joly, quien detalló que la decisión fue tomada tras un análisis “basado en información y evidencia proporcionada por la comunidad de seguridad e inteligencia de Canadá”.

Mensaje de la Ministra de Industria sobre Hikvision Canada Inc.

Además de exigir el cierre de Hikvision Canada Inc., la medida prohíbe que agencias gubernamentales, departamentos y corporaciones estatales adquieran o utilicen productos de la empresa.

“El Gobierno de Canadá da la bienvenida a la inversión extranjera, pero nunca comprometerá la seguridad nacional del país”, afirmó la Ministra Joly, añadiendo que ya se ha iniciado un proceso para asegurar que los equipos de Hikvision no sigan siendo utilizados en instituciones federales.

La decisión se tomó bajo el marco de la Ley de Inversiones de Canadá, que regula la entrada de inversiones extranjeras en empresas nacionales. Las autoridades no revelaron los detalles exactos que motivaron la resolución ni si se vincula directamente con riesgos de ciberseguridad, aunque se ha indicado por varios especialistas y medios que los dispositivos de Hikvision han sido objeto de múltiples ataques cibernéticos y han sido apuntados por contener vulnerabilidades persistentes.

La empresa reaccionó con dureza a la medida canadiense, acusando al gobierno de tomar una decisión “sin base factual, sin equidad procesal y sin transparencia”. En un comunicado, Hikvision acusó “que esta decisión fue motivada más por el país de origen de nuestra empresa matriz que por una evaluación técnica imparcial de nuestros productos”.

Hikvision aseguró haber cooperado plenamente con las autoridades canadienses durante el proceso, entregando documentación y respuestas detalladas. “A pesar de estos esfuerzos, el gobierno impuso su decisión sin presentar evidencia concreta ni responder a los hechos que proporcionamos”, añadió la empresa.

La salida forzada de Hikvision de Canadá se suma a una larga lista de restricciones internacionales. Estados Unidos, India, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y varios países europeos han limitado o prohibido el uso de sus productos en instalaciones gubernamentales, argumentando preocupaciones por derechos humanos, ciberseguridad y posible espionaje estatal.

Aunque la prohibición canadiense se aplica únicamente al ámbito gubernamental, las autoridades instan a ciudadanos y empresas privadas a considerar los riesgos antes de adquirir productos de la marca. La Ministra de Industria fue enfática al pedir a la ciudadanía “tomar nota de esta decisión y actuar en consecuencia”.