El Ministerio de Digitalización del país escandinavo busca reemplazar Microsoft Office por LibreOffice, sumándose a una tendencia creciente en Europa para reducir la dependencia tecnológica de los Estados Unidos en ese continente.
En un movimiento que refleja una creciente preocupación europea por la dependencia tecnológica de gigantes de software estadounidenses, el gobierno de Dinamarca anunció que reemplazará las soluciones de Microsoft por otras de código abierto en su administración pública. La medida, impulsada por el Ministerio de Digitalización, se aplicará progresivamente a partir del próximo mes, cuando más de la mitad del personal de la cartera abandonará Microsoft Office para comenzar a usar LibreOffice, con miras a una adopción completa antes de fin de año.
“Si todo marcha según lo previsto, durante el otoño todos los empleados estarán trabajando con una solución open source”, declaró la ministra de Digitalización, Caroline Stage Olsen, a medios de ese país. Además de buscar mayor independencia digital, la medida permitiría al Estado evitar los costos de mantener sistemas obsoletos, como Windows 10, que dejará de recibir soporte oficial en octubre de este año.
LibreOffice es una suite ofimática desarrollada por The Document Foundation, una organización sin fines de lucro con sede en Berlín, Alemania. LibreOffice está disponible para Windows, macOS y Linux, e incluye herramientas de procesamiento de texto, hojas de cálculo, presentaciones, gráficos vectoriales, bases de datos y edición de fórmulas. La ministra de Digitalización aclaró, sin embargo, que no se descarta volver a Microsoft si el proceso de adaptación resulta excesivamente complejo.
La decisión ministerial danesa no es aislada. Ciudades como Copenhague (Capital de Dinamarca) y Aarhus, las dos más grandes del país, ya habían anunciado previamente planes para abandonar el software de Microsoft. En ambos casos, las autoridades locales argumentaron su decisión en motivos económicos, la posición dominante del gigante tecnológico y las tensiones políticas con los Estados Unidos.
“Este cambio se debe en gran parte al alto costo y al control que Microsoft ejerce sobre el mercado”, explicó Henrik Appel Espersen, presidente del comité de auditoría de la ciudad de Copenhague, en declaraciones a medios de ese país. También señaló que la relación diplomática con Washington durante el mandato de Donald Trump ha generado preocupación sobre la protección de datos y la necesidad de utilizar tecnología menos dependiente del extranjero.
La apuesta danesa se inscribe en un contexto más amplio de transición hacia la “soberanía digital” en Europa. Esta misma semana, el estado alemán de Schleswig-Holstein anunció que también dejará de utilizar herramientas de Microsoft Office, como Word y Excel, en sus organismos gubernamentales. Además, Open-Xchange reemplazará Outlook en funciones de correo electrónico y calendario. La meta a largo plazo es migrar completamente al sistema operativo Linux.
El gobierno de Schleswig-Holstein había adelantado esta iniciativa en abril del año pasado, cuando se comprometió a convertirse en el primer estado federal de Alemania con una administración digitalmente soberana. “Independiente, sostenible, segura: Schleswig-Holstein será una región pionera en lo digital”, afirmaron en ese entonces representantes de ese gobierno regional.
