El Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que las plataformas de compraventa deben obtener consentimiento cuando publiquen anuncios con datos personales y verificar su autenticidad antes de difundirlos.
Una reciente decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) redefinió el rol de los mercados digitales bajo el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), estableciendo que estos son responsables del tratamiento de información personal incluida en los anuncios que alojan. De acuerdo con el fallo, las plataformas deben revisar cada publicación y validar que los datos pertenecen efectivamente a quien los entrega o que se cuenta con el consentimiento explícito de la persona involucrada.
El caso que motivó la resolución se originó en Rumania en 2018, cuando una mujer descubrió que su número telefónico y fotografías habían sido usados sin autorización en un anuncio que la vinculaba con servicios de prostitución. La publicación fue realizada en un sitio administrado por Russmedia Digital, que retiró el aviso dentro de la primera hora tras recibir la solicitud de la afectada, aunque para entonces este ya había sido replicado en otras páginas.
Según el comunicado del tribunal, “el operador de un mercado en línea es responsable del tratamiento de los datos personales contenidos en los anuncios publicados en su plataforma”. Además, el TJUE precisó que “debe identificar, antes de su publicación, los anuncios que contienen datos sensibles y verificar que el anunciante es realmente la persona cuyos datos aparecen en dicho anuncio o que el anunciante cuenta con el consentimiento explícito de esa persona”.
La interpretación jurídica fue destacada por especialistas que ven impactos amplios dentro del bloque europeo. Algunos expertos en protección de datos señalaron que el dictamen podría tener repercusiones en los 27 Estados miembros y que la decisión confirma que los operadores de los mercados en línea son directamente responsables de garantizar que los datos personales contenidos en los anuncios sean identificados y verificados antes de su publicación, lo que establece un nuevo estándar de cumplimiento en toda la Unión Europea.
Pese a lo anterior, también se han alzado algunas voces que cuestionan la capacidad de los sitios de alojamiento para cumplir con estas nuevas exigencias, especialmente de aquellos portales que son más pequeños, los cuales podrían verse forzados a cerrar.