Una auditoría integral concluyó que la solución de voto digital no alcanza estándares mínimos de seguridad informática, protección de datos e integridad electoral, y advierte que su uso podría afectar la confianza ciudadana.
El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) descartó la aplicación del voto digital en las Elecciones Generales de 2026 argumentando riesgos para la ciberseguridad como una condición indispensable para garantizar procesos democráticos confiables. Tras una auditoría técnica, el organismo electoral determinó que la Solución Tecnológica de Voto Digital (STVD), desarrollada por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), aún presenta insuficiencias críticas en materia de seguridad digital.
El pleno del JNE aprobó una opinión técnica desfavorable elaborada por la Dirección de Fiscalización Electoral Digital (DFED), que evaluó cinco componentes considerados estratégicos desde una perspectiva de ciberseguridad: infraestructura tecnológica, mecanismos de seguridad digital, arquitectura del sistema, pruebas funcionales y técnicas, y cumplimiento normativo. El análisis concluyó que la solución se encuentra en etapa de desarrollo y no ofrece garantías suficientes para proteger la integridad del sufragio ni del escrutinio.
Desde el organismo señalaron que el voto digital, tal como está planteado, no asegura que las votaciones “traduzcan de manera auténtica, libre y espontánea la voluntad ciudadana”, ni que los resultados puedan ser procesados con exactitud y oportunidad. En un contexto regional marcado por ataques informáticos a sistemas públicos y electorales, el JNE subrayó que introducir una plataforma con debilidades de ciberseguridad podría abrir la puerta a riesgos como la manipulación de datos, accesos no autorizados o fallas en la disponibilidad del servicio.
La auditoría también analizó los protocolos de protección de datos personales, un punto sensible considerando la magnitud de la información que se procesa en un sistema de voto digital. De acuerdo con la evaluación técnica, los controles actuales no resultan suficientes para mitigar amenazas como el robo de credenciales, la alteración de registros o ataques dirigidos contra la infraestructura electoral.
El presidente del JNE, Roberto Burneo, buscó aclarar que la decisión no implica un rechazo definitivo a la digitalización del sufragio. “No es que está satanizado ni condenado, sino que, para estas próximas elecciones, no se va a utilizar”, afirmó. Sin embargo, explicó que el propio cronograma de la ONPE prevé que las correcciones técnicas estarían listas apenas días antes de los comicios, lo que impediría realizar auditorías profundas y rigurosas desde el punto de vista de la seguridad informática.
El caso adquiere mayor relevancia si se considera que casi 10 mil ciudadanos se habían inscrito para participar del piloto de voto digital, entre ellos miembros de las fuerzas armadas, policías, personal de salud, bomberos, personas con discapacidad y peruanos residentes en el exterior. Para el JNE, la inclusión no puede lograrse a costa de debilitar los estándares de seguridad electoral.
En paralelo, el organismo informó que continúa auditando otros sistemas tecnológicos que se utilizarán en 2026, así como la Solución Tecnológica de Apoyo al Escrutinio, con el objetivo de detectar vulnerabilidades y fortalecer las defensas digitales.
