Ciberseguridad: ¿Imposición u oportunidad?

por Diego Philippi, CRO de NIVEL4

Hace unos días participé del IV Foro Nacional de Ciberseguridad en el ex Congreso Nacional de Santiago. Salón de Honor repleto, todos muy atentos a las presentaciones del Senador Pugh y Daniel Alvarez (Director de la ANCI), que expusieron acerca de lo importante de la nueva institucionalidad y los avances en su implementación.

Pero por sobre todas las formalidades y detalles, quiero quedarme con algo que me llamó especialmente la atención: el espíritu de esta nueva institucionalidad, con un acento en lo colaborativo por sobre lo fiscalizador. Y que aunque se habló de fiscalización, lo importante no es tanto perseguir a quien incumple una norma, sino que identificar a quien no está dispuesto a aportar al bien común. Esto último fue muy bien expuesto en las respuestas al público, donde se agradece un refrescante «aún no lo se, trabajemos juntos» por parte de la autoridad, en vez de una cátedra de palabras vacías. 

«¿Entonces, esto no es solo otro papeleo más?» Esa fue la primera pregunta que me vino a la cabeza, y seguro que a muchos más en el auditorio, porque admitámoslo, en Chile (y en muchos lados), cuando aparece una regulación nueva, solemos pensar de inmediato en multas, obligaciones y en cómo cumplir «lo justo y necesario».

Pero en el espíritu del optimismo, aquí me permito desafiar esa idea. ¿Qué tal si en lugar de ver la ciberseguridad como otro gasto necesario o una carga regulatoria, la viéramos como una ventaja competitiva? Pensemos en la seguridad digital como cuando instalamos alarmas o sistemas anti-incendio antes de que fueran obligatorios. Nadie cuestionaría la lógica de proteger una fábrica, una tienda o una oficina; entonces, ¿por qué dudamos cuando se trata de proteger la información, especialmente en un mundo cada vez más digital?

Es cierto, hay dos formas de abordar este tema. Algunos optan por el miedo: el temor a las multas, al daño reputacional, o peor aún, a ser víctimas de un incidente que paralice su negocio. Esta lógica del miedo hace que la seguridad informática se perciba sólo como un costo, algo impuesto y cargante que ralentiza lo que se quiere construir.

Pero están los otros, los que eligen una visión más audaz y positiva, la de quienes ven en esto una oportunidad. Son empresas que entienden que hoy la confianza digital es tan valiosa como un buen producto o un excelente servicio al cliente. Y no es solo filosofía: Daniel Álvarez dejó claro que esta regulación es una señal potente para inversionistas internacionales, un sello de que Chile se toma en serio la economía digital.

Al final del día, las regulaciones pueden ser incómodas, sí, pero lo verdaderamente incómodo es quedarse atrás. Las empresas líderes en el mundo no ven la ciberseguridad como un peso muerto, la ven como parte central de su propuesta de valor. Porque cuando hay un incidente (y siempre existe esa posibilidad), sus clientes, inversionistas y socios saben que ellos están preparados para responder.

Si después de leer esto aún te estás preguntando cuál es la multa por incumplir, quizás es momento de cambiar la pregunta. Mejor pensemos: ¿Qué puedo hacer yo para aprovechar esta oportunidad?

Porque, en definitiva, la ciberseguridad no se trata solo de proteger información; se trata de proteger la confianza. Y la confianza, hoy más que nunca, es lo que mueve los negocios y a la sociedad.