Jeff Bezos publicó un post el 7 de febrero de 2019 en el que desafía a sus presuntos extorsionadores. El post, como es de esperar, se viralizó, y ya se está especulando sobre cuál fue el origen de la filtración. El material en cuestión: fotografías íntimas. Jeff Bezos, fundador y CEO de Amazon y hombre […]
Jeff Bezos publicó un post el 7 de febrero de 2019 en el que desafía a sus presuntos extorsionadores. El post, como es de esperar, se viralizó, y ya se está especulando sobre cuál fue el origen de la filtración. El material en cuestión: fotografías íntimas.
Jeff Bezos, fundador y CEO de Amazon y hombre más millonario del mundo según Forbes, sorprendió al mundo la semana pasada al publicar No thank you, Mr Pecker, un post en el cual explicaba una situación bastante incómoda de la cual fue víctima.
Un periódico amarillista publicó hace algunas semanas mensajes de texto privados de Bezos, y para averiguar cómo habían sido éstos obtenidos, Jeff contrató a un investigador privado, lo que dejó indignadísimo al dueño del periódico amarillista y llegaron a enviarle un correo (sí, por escrito!) a un abogado de Jeff con el siguiente contenido:
De: Howard, Dylan [dhoward@amilink.com] (Director de Contenido, AMI)
Enviado el martes 5 de febrero de 2019 a las 3:33 p. M.
Para: Martin Singer (abogado litigante del Sr. de Becker)
Asunto: Fotos de Jeff Bezos & Ms. Lauren Sanchez
CONFIDENCIAL Y NO PARA DISTRIBUCIÓN
Marty:
Me voy de la oficina por la noche. Estaré disponible en mi celular – 917 XXX-XXXX.
Sin embargo, con el fin de evitar esta situación, y con The Washington Post preparado para publicar rumores sin fundamento del informe inicial de The National Enquirer, quise describirle las fotos obtenidas durante nuestra reunión de noticias.
Además de la “selfie debajo del cinturón”, también conocida coloquialmente como “d*ck pick”, el Enquirer obtuvo otras nueve imágenes. Éstos incluyen:
· Selfie del Sr. Bezos en lo que parece ser una reunión de negocios.
· Respuesta de la Sra. Sánchez: una fotografía de ella fumando un cigarro en lo que parece ser una escena de sexo oral simulada.
· Un señor sin camisa, el señor Bezos, sosteniendo su teléfono en la mano izquierda, mientras llevaba puesto el anillo de matrimonio. Lleva pantalones cortos ajustados o pantalones cortos negros, y su hombría semi-erecta está penetrando en la cremallera de dicha prenda.
· Un autorretrato de cuerpo entero, del señor Bezos, que llevaba solo un par de calzoncillos o bóxers negros ajustados, con el teléfono en la mano izquierda, mientras llevaba puesto el anillo de matrimonio.
· Un selfie del señor Bezos completamente vestido.
· Una foto de cuerpo completo con poca ropa con boxers.
· Un selfie desnudo en un baño – mientras usa su anillo de bodas. El Sr. Bezos no lleva nada más que una toalla blanca, y se puede ver la parte superior de su región púbica.
· La Sra. Sánchez con un vestido de escote rojo que revela su escote y una visión de su región inferior.
· La Sra. Sánchez vestía un bikini rojo de dos piezas con un vestido dorado que revelaba su escote.
No le dejaría la tarea tan poco placentera de enviar este correo a ningún editor. Espero que el sentido común pueda prevalecer, y rápidamente.
Bezos reacciona ante esto haciendo pública esta información junto a cartas de AMI, en que amenazan a Jeff con publicar las fotos personales a menos que Gavin de Becker (el investigador privado) y Jeff Bezos hagan una declaración pública falsa específica a la prensa de que “no tienen conocimiento ni base” para sugerir que la cobertura de AMI fue motivada políticamente o influenciada por fuerzas políticas “.
Y es que detrás de todo esto hay un embrollo con The National Enquirer, el periódico amarillista que ha ido al extremo de tener problemas con la ley al pagar a una mujer (Stormy Daniels, actriz porno) para mantener en secreto un affair con Donald Trump, líos con Arabia Saudita y negocios altísimo perfil. De hecho, se especula que pudieron ser los árabes quienes accedieron a las fotos de Bezos.
Después de todos los embrollos queda la pregunta… Por qué un alto ejecutivo de una empresa como Amazon, que sabe cómo funciona la tecnología, comparte sus fotos íntimas, sabiendo que lo que subimos a la internet se convierte en una especia de bala loca: no sabemos dónde terminará cayendo…
Historias trágicas en torno a las fotografías de partes íntimas hay por montones, que incluso han terminado en suicidios. Si compartes tus fotografías privadas con alguien más, dejas de tener control sobre ellas y puedes ser víctima de extorsiones, chantajes, revenge porn, etcétera. Si subes tus fotografías a sitios de internet, no tienes cómo asegurarte de que ellos las cuiden apropiadamente. Si bien es cierto que una imagen vale más que mil palabras, hay cosas que son mejores en vivo y lejos de las posibilidades de infinita difusión que ofrece el ciberespacio.
Jack’d, un chat y aplicación de citas para hombres gays y bisexuales, con más 5 millones de usuarios y que se jacta de ser la “aplicación de citas más grande del mundo y la más diversa culturalmente” expone imágenes (íntimas nivel potope), ubicación y otros datos de sus usuarios.