La industria de la ciberseguridad lamentó transversalmente la muerte de Kevin Mitnick, ocurrida este fin de semana en la ciudad de Las Vegas, en los Estados Unidos, a la edad de 59 años.
Mitnick, se dedicó una buena parte de su vida a la piratería informática, y tras cumplir una pena de cárcel, se convirtió en una celebridad y en un renombrado consultor de seguridad informática.
Su salto a la fama comenzó en la década de los 80, luego de ejecutar una serie de delitos informáticos que llevó a una búsqueda por años por parte del FBI de los Estados Unidos, la que terminó con su captura a mediados de la década de 1990.
Sus ataques, incluido el robo de miles de archivos de datos y números de tarjetas de crédito de organizaciones en los Estados Unidos, lo convirtieron en una amenaza importante para la seguridad nacional, pero también en una figura que los medios sensacionalistas convirtieron, primero, en un símbolo de los más oscuro de la internet, y después, en una celebridad.
Fue tal la imagen de amenazas que sembró en la sociedad, que durante su período de libertad condicional se le prohibió usar una computadora o teléfono celular sin el permiso del oficial responsable de su supervisión.
Fue sentenciado a 46 meses en prisión, tiempo que lo llevo a reflexionar sobre sus actos. Reemergió en el año 2000 como un individuo diferente quien utilizó sus talentos en beneficio de la ciberseguridad.
Uso sus talentos y carisma para convertirse en consultor, orador y en un verdadero defensor y visionario de la ciberseguridad.
Kevin Mitnick falleció este domingo 16 de julio, como producto de complicaciones derivadas de un cáncer al páncreas que le fue diagnosticado hace un año atrás.