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La nube no lo es todo

mayo 5, 2020
Hoy en día y gracias a la tecnología podemos almacenar nuestra información de múltiples formas, la mayoría lo hacemos en la nube, pues es un medio ágil y al parecer bastante seguro, sin embargo, debemos darnos cuenta que la nube no lo es todo y si realmente queremos asegurar nuestros datos podemos utilizar otros medios […]

Hoy en día y gracias a la tecnología podemos almacenar nuestra información de múltiples formas, la mayoría lo hacemos en la nube, pues es un medio ágil y al parecer bastante seguro, sin embargo, debemos darnos cuenta que la nube no lo es todo y si realmente queremos asegurar nuestros datos podemos utilizar otros medios de almacenamiento, y en el peor de los casos si tenemos un percance y nos falla alguno, tendremos a nuestra disposición otro soporte o servicio para acceder a nuestra información.

Son muchas las ventajas que podemos encontrar en la nube:

  • Podemos acceder a nuestros datos y aplicaciones desde cualquier parte.
  • Ahorramos dinero en otro tipo de dispositivos de almacenamiento.
  • No tenemos que hacer ninguna clase de mantenimiento.
  • Las actualizaciones están a cargo de la empresa proveedora del servicio.

Con tantas ventajas es casi imposible desconfiar del cuidado de nuestros datos, sin embargo, cualquier conexión a Internet puede ser susceptible a ser atacada.

Muchas personas guardan todo en la nube, archivos, fotos y documentos sin realizar ninguna copia de seguridad o “backups” en otros dispositivos o servicios en la nube, por lo que de sufrir un hackeo corren el riesgo de perder todos sus datos de una sola vez.

Entonces y a pesar de que la nube parezca la solución más factible para el almacenamiento de información, es necesario visualizar algunas de sus desventajas.

  • Seguridad manual. Al acceder a través de una cuenta, es necesario verificar la fortaleza de nuestras claves, cambiarlas frecuentemente y nunca entregárselas a terceros.
  • Privacidad. No tenemos control directo sobre nuestros datos, pues estos se encuentran en algún servidor remoto. El proveedor del servicio es quien maneja nuestra privacidad.
  • Conexión a Internet.  Podemos acceder a nuestros datos solo si contamos con una conexión segura a la red.
  • Cobertura legal. Si perdemos nuestra información por un ciberataque, podemos no contar con una ley que proteja nuestros datos.  

Ahora que ya tenemos en cuenta que la nube no lo es todo, podemos comenzar a utilizar otros medios y herramientas para realizar copias de seguridad, como, por ejemplo, Discos duros externos conectados mediante USB, copias de seguridad en la nube y también a través de Windows, como se indica a continuación:

Si ya tenemos claro que herramientas utilizar para guardar nuestra información, debemos tener presente cuales son las mejores formas de resguardarla y mantenerla a salvo, porque si de algo estamos seguros es que siempre va existir el riesgo de sufrir un ataque, por lo que te aconsejamos lo siguiente:

• Doble factor de autentificación (2FA) en el acceso a nuestras cuentas.  Con esto se dificulta que alguien sin autorización acceda a nuestros datos.

 • Estrategia 3-2-1. Generar más de una copia de seguridad en distintos dispositivos y servicios. Por ejemplo, contar con 3 copias de seguridad, una principal y dos de “backups”. Guardar la información en 2 tipos de almacenamiento, disco duro y nube, y, por último, mantener 1 copia de seguridad física fuera de nuestra casa.

• Emplear más de un servicio además de la nube, podemos utilizar varios servicios así contamos con un respaldo extra.

• Y, por último, y de suma relevancia, revisar las políticas de seguridad del proveedor de la nube, debemos conocer cuales son sus medidas de seguridad empleadas, políticas de retención y planes de recuperación en caso de un ataque.

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