Nuevo ciberataque en menos de dos años golpea al Tribunal Penal Internacional

El organismo con sede en La Haya confirmó una sofisticada intrusión digital en sus sistemas. Las investigaciones siguen en curso, mientras crecen las preocupaciones por la seguridad informática de este sensible organismo de justicia.

El Tribunal Penal Internacional (TPI), encargado de investigar y enjuiciar crímenes de guerra, genocidio y crímenes de lesa humanidad, confirmó este lunes 30 de junio, que fue blanco de un ciberataque “sofisticado y dirigido”, el cual fue detectado la semana pasada. La intrusión, que ya ha sido contenida gracias a sus mecanismos de alerta y respuesta, ha encendido las alarmas sobre la vulnerabilidad digital de una de las instituciones más relevantes de la justicia internacional.

“Este incidente, el segundo de su tipo en años recientes, fue descubierto, confirmado y contenido rápidamente”, comunicó el TPI en su declaración oficial. El organismo, con sede en La Haya, añadió que está realizando un análisis de impacto en toda la organización y que ya se han iniciado acciones para mitigar cualquier consecuencia.

Por ahora, el tribunal no ha proporcionado detalles sobre la naturaleza del ciberataque o si hubo compromiso o robo de datos sensibles almacenados en sus sistemas. Pese a la postura de transparentar el incidente al público, un portavoz del organismo se excusó de entregar más información sobre lo acaecido.

Este nuevo incidente informático se produce a menos dos años de otro similar ocurrido en septiembre de 2023. En aquel entonces, el TPI confirmó que su infraestructura había sido blanco de un ataque con fines de espionaje, interpretado como “un intento serio de socavar el mandato del tribunal”. Aunque en el ataque anterior no se atribuyó la autoría a ningún actor en particular, el tribunal destacó que enfrenta amenazas constantes y sofisticadas, incluyendo intentos de infiltración.

La creciente actividad hostil contra el TPI podría estar relacionada con el contenido altamente sensible de sus investigaciones. Actualmente, el tribunal lleva adelante procedimientos en más de una decena de jurisdicciones, incluyendo casos de alto perfil como los conflictos en Ucrania y Palestina. Además, en 2023, el TPI emitió una orden de arresto contra el presidente ruso Vladimir Putin, acusado de deportar ilegalmente niños ucranianos a Rusia. Meses después, en noviembre de 2024, hizo lo propio con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, acusado de crímenes de guerra en la Franja de Gaza.

“El tribunal considera esencial informar al público y a los estados parte sobre este tipo de incidentes, así como sobre los esfuerzos que se están realizando para enfrentarlos”, subrayó el comunicado. También hizo un llamado al respaldo continuo de los países firmantes del Estatuto de Roma para que pueda seguir cumpliendo con su misión de justicia y rendición de cuentas.

Especialistas de ciberseguridad coinciden en que instituciones judiciales como el TPI son blancos atractivos para operaciones de inteligencia y sabotaje, debido al volumen de información confidencial que manejan, y considerando además que estas acciones muchas veces están destinadas a desestabilizar procesos judiciales sensibles.